Cuando se dispone de terrenos grandes se podrá aprovechar las excavaciones para hacerse de la materia prima. En los casos que esto no sea posible, existe la alternativa de encontrar tierra en lugares cercanos y trasladarla hasta el terreno. El tipo de tierra que se disponga condicionará la técnica a utilizar: tierras con bajo contenido de arcilla son adecuadas para la fabricación de bloques de tierra comprimida; tierras con un contenido medio de arcilla puede ser usadas para fabricar adobes o levantar muros de fajina o de cob mientras que tierras con altos contenidos de arcilla, estabilizadas con fibras vegetales, pueden usarse para muros o bloques de tierra alivianada.
Construir con tierra, como cualquier proceso constructivo, requiere contar con cierta cantidad de dinero que permita la continuidad de los trabajos y finalizar en los tiempos establecidos. Existen algunos rubros en los que los materiales no presentan diferencias respecto a una construcción convencional, como ser las instalaciones eléctricas y sanitarias. A modo general, si fuera posible utilizar la tierra del lugar y tener un proceso de autoconstrucción, podría reducirse hasta un 30% los costos de obra respecto a una construcción convencional. A esto hay que agregar un ahorro en energía para calefacción y refrigeración durante la vida útil de la construcción.
Una casa de tierra requiere, al igual que cualquier otra construcción, un mantenimiento adecuado. Durante su primer año de vida necesita pequeños mantenimientos debido a que se cumple un primer ciclo de adaptación a las temperaturas y condiciones específicas de lluvias y vientos. Es recomendable que quienes vivan en una casa de tierra hayan participado activamente del proceso de construcción de manera de conocer los detalles y recomendaciones para realizar ellos mismos el mantenimiento adecuado.
Los procesos de construcción pueden realizarse a través de mano de obra calificada que sea contratada para la ejecución pero también por autoconstrucción o mano de obra benévola. Algunas técnicas implican mayor conocimiento de albañilería como los bloques de tierra comprimida o los adobes y otras técnicas como la fajina o la tierra aliviana requieren más destrezas en tareas de carpintería. Cada una tiene su complejidad y exige que la mano de obra tenga la capacitación adecuada para las tareas que va a realizar.
Existen distintos requisitos y tiempos que hay que respetar dependiendo de la técnica elegida. Si se decide construir con adobes y se quiere fabricarlos en el lugar, se necesitará del tiempo para dedicarle a esta tarea y de un espacio muy amplio, donde secarlos y acopiar. Como alternativa, se pueden comprar adobes a algún ladrillero local y trasladarlos a la obra en el momento de construir. Otras técnicas como el cob y la fajina, requeieren de amplios pisaderos donde preparar la tierra en grandes cantidades. Se recomienda que los trabajos sean iniciados a partir de la primavera de manera de favorecer los procesos de secado y las dinámicas constructivas.
Si estás pensando en construir con tierra, contanos tus ideas y podremos definir la mejor manera de llevarlas a la realidad.