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La tecnología constructiva con tierra, no está anclada en forma inamovible al pasado sino que se nutre de él y se encuentra en desarrollo constante. La apropiación y aplicación de estas cuestiones, debe estar en concordancia tanto con las técnicas vernáculas de cada lugar como con los recursos humanos, materiales y económicos disponibles.
El reforzamiento sismo-resistente de viviendas en zonas que sufren terremotos o el mejoramiento de revoques naturales para su adecuado desempeño, son cuestiones importantes que posicionan a la arquitectura con tierra como una opción válida hoy en día. Los cambios que pueden observarse a nivel de diseño e imagen en nuevas construcciones con tierra, son posibles gracias al desarrollo de procedimientos innovadores.
Tal es el caso de la técnica de la quincha metálica en Chile, que mantiene el concepto de rellenar con tierra una estructura pero en lugar de ser ésta de madera, se trata de una malla metálica electrosoldada y plegada, que le otorga un mejor comportamiento frente a los sismos y conserva las cualidades higrotérmicas de la tierra.
Existen actualmente empresas constructoras en Brasil, EEUU y Australia que se dedican a trabajar con tierra apisonada con compactadores neumáticos en lugar de recurrir a la fuerza humana, logrando mayor rendimiento y condiciones mecánicas más homogéneas en los muros. El caso más singular puede ser encontrado en Suiza, donde se han prefabricado enormes bloques de tapia en taller que luego fueron trasladados y montados en obra.
Una de las técnicas sobre la que más se está investigando, es la de la tierra vertida, similar en su procedimiento constructivo al hormigón armado: puede llegar a obra un camión mezclador conteniendo tierra en estado fluido que es bombeada para llenar los encofrados. Una vez que éstos son retirados, la terminación rústica del muro ya puede constituir el acabado final.
En España y Alemania, es posible encontrar a nivel comercial preparados en seco, que combinan arcillas, arenas y fibras, prontos para realizar revoques naturales, con diversidad de colores y texturas.
La apropiación y aplicación de estas cuestiones, debe estar en concordancia tanto con las técnicas vernáculas de cada lugar como con los recursos humanos, materiales y económicos disponibles.
Textos: Arq. Alejandro Ferreiro. Este artículo fue publicado originalmente en las Revistas Ecomanía de Uruguay #23 y Argentina #43 en el mes de setiembre de 2018, como parte del aporte del Comité de Sostenibilidad de FADU / UDELAR a esta Revista.